Tu
pupila es azul y cuando Becquer,
me
llenaba el alma con sus rimas
pensaba
lo hermoso que sería
que
alguna vez y sin temores, fueras mía...
Ya
no quedan en mí esos momentos
que
vivía junto al winco y una flor
sólo
queda observar los movimientos
que
produce la gente alrededor.
En
la loca carrera cotidiana,
escuchando
nervioso un celular
solo
espero la noche con su sombra
que
me cubra hasta que se abra el mar.
Ya
no mas la vida de derroche
ya
no mas la pena... el metejón,
las
palabras dictadas por la noche
o
tu amor guardado en un cajón.
Nada
queda de aquellos años locos
ahora
solo tenemos que correr
el
tiempo poco a poco nos ultraja
y
estamos tal cual una mortaja
blanca,
fría... amarga como hiel.
Más…
no todo está perdido,
intentaré que dentro de mis noches
pueda
dibujar tu cuerpo extraño de mujer
y,
aunque sea con miles de reproches,
poder
grabar tu amor bajo mi piel.
1 comentario:
Mario, son bellas tus letras. Encantado de haber encontrado un poeta cerca de casa (vivo en Moreno), te invito a que te des -si tú quieres, claro- una vueltita por mi rincón de cuentos y poesías: lasletrasylasangre.blogspot.com
Un gran abrazo de poeta.
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