martes, 28 de mayo de 2013

Sueños


 
No puedo conciliar los sueños

son traviesos y diversos

algunos trasmutan a versos

otros a prosas menores,

los tengo con acreedores

y también con gente honesta,

los hay de amores y apuestas

suaves, libres, consternados,

algunos con seres amados

o poesías trasnochadas

de amaneceres amargos

de soledades muy largas…

 

Son los sueños mi esperanza

dejar de soñar no pienso,

solamente en estos versos

quiero cantarle a mis sueños

por si ninguno se cumple

y los encuentro frustrados,

sepan que estarán a mi lado

por más que ellos renuncien...

Y si algún ser atrevido

con mis sueños se quedara

desde ya les voy diciendo

que siempre soñé la nada.

 
Mario Ranero (ocre otoño del 2013)


Temí…


Temor…

siento temor al temer,

solo quiero conocer una vida diferente

que me lleve por caminos

que se encuentren en un sitio

donde nadie haga preguntas

ni se cuestione la muerte.

Al sentir estas puntadas

que en el pecho se agudizan

cuando un amor se diluye...

cuando una vida termina…

cuando de una garganta dolida

se escucha el rumor lejano

de una pasión que agoniza…

 

Temor...

quiero arrancarte de mí

para que nadie se entere

qué espantoso es convivir

con tu sombra maliciosa...

que me miren a los ojos y digan…

al fin alguien que no teme.

 

Temor...

quisiera hacer cualquier cosa...

más no puedo, ya eres carne...

conmigo habré de llevarte

porque juntos somos uno,

destruirte no lo logro

y seria de cobarde

regalarte por la calle…

 

Temor...

quiero hacerte una propuesta...

te cambio dos de tus letras,

por una sola y sencilla,

que el temor se vuelva amor...

esa es la clara consigna…

y… cuando pregunten por vos…

les diré… que te fuiste el otro día...

que se transformó mi vida…

que estoy disfrutando un amor…

 

Amor…

ahora y aquí te encuentro

reemplazando a mi recelo...

no sé si eres para mí…

vivir esta farsa quiero…

pues mil veces yo prefiero

que un amor me descamine

a tener que soportar

que lo haga un puto temor...

 

Tú me has hecho concluir

que porque quise,

temí...

 
Mario Ranero (intrincado otoño del 2013)


martes, 14 de mayo de 2013


No hay soledad más angustiante que la que te agobia con su silencio, ni ser más importante que aquel que sabe sacarte de ella tan solo con una palabra.
 
Mario Ranero


jueves, 9 de mayo de 2013

No se me ocurre…


 
Cómo me gustaría que se me ocurriera una genialidad,

algo que realmente fuera importante y a la vez sensible,

que las mujeres se revolcaran de placer sobre la tierra

y los hombres me llenaran de abrazos y consideraciones,

que la totalidad de mis amigos del feisbuc me coronaran con “me gusta”

y yo me sintiera importante, amado, ovacionado!

que la gente saliera a las plazas de todo el mundo a vitorear mi ocurrencia,

que los animales y las plantas brincaran de felicidad por la ingeniosidad…

que a partir de esa salida comenzáramos la discusión

de lo hermoso que es la vida… de lo mágico que es el amor!

que nos pudiéramos amar los unos sobre los otros,

que las campanas pregonaran que se terminaron las guerras

que ya nadie tuviera que desear que se cumplan los preceptos ecológicos

porque ya todo el ecosistema estuviera sin inconvenientes.

Esa mágica palabra con la que cambiaran nuestras disputas…

que yo pueda besar fervorosamente a mi vecina

y mi vecina me pueda besar a mí en idéntica forma

y el esposo que trate de buscar otra vecina…

Que todos los perros fueran gatos

y que todos los gatos tuvieran laburo

sin tener que depender de uno solo…

que los negros del barrio discutan

en las bibliotecas de los blancos del palacio,

Que la trata fuera tan solo un tratamiento abreviado

Que la mujer esté por encima del hombre y éste siga gozando…

Que el agua fuera la necesaria y el fuego el imprescindible

que la bala doble en la esquina de la soledad furiosa

que los chicos se revuelquen en mares de chocolate

para no ir a la escuela…

porque los maestros ya están todos jubilados y felices en las plazas

dando de comer a las palomas que casi se tienen que comer

que los jubilados fueran subilados y la hija…

siga cosiendo para afuera respetando la falta de ortografía

Que todos los cascos del mundo sirvan tan solo

para todas las cabezas desguarnecidas de los motoqueros del mundo,

que el SIDA se transformara en DISA

o sea Desarrollo Inclusivo de Seres Adolescentes…

Que el rencor fuera amigo del amor y los dos caminaran juntos

jugueteando eróticamente por las calles de la pasión.

Que la hipocresía fuera una virtud de Hipócrates y no un defecto
 
enmascarador de máscaras de titanio esparcidas por doquier en el seno social,

que obviamente no es cualquier seno o coseno…

es la hipotenusa del radio diametralmente opuesto por los vértices

que nos narrara Pitágoras en su triunfal Teorema de él…

En fin… Cómo me gustaría ¡Carajo!

Pero no se me ocurre qué…

 
Mario Ranero (otoño del 2013)

viernes, 3 de mayo de 2013

Te llamé…


 

Te llamé… no diste bola,

tan solo necesitaba que me dijeras un ¡Hola!

Sé que seguiré insistiendo

abandonar la lucha no pienso

te llamaré tantas veces

que se me dormirán los dedos.

Más, si en algún momento

se te ocurriera atenderme,

no esperes de mí otra cosa…

te mandaré a la merde!

 

Mario Ranero


Conversaciones con el otro yo…




Cobarde...

te han tratado mil veces de cobarde,

de todo lo renunciado solo vos eres culpable.

No tienes el coraje que debe tener un hombre

cuando se ha de sentir presente

en cualquier tiempo y lugar

y cueste lo que le cueste…

¿No ves que así pasa el tiempo?

sin medidas, consecuente...

¿Cuándo vas a hacer el cambio?

¿Cuándo vas a comprender

que así no se vive siempre?

Que la vida es un pasar

y hay que pasarla con todo

escapando de algún modo

detrás de la zanahoria

y no dormirse en la gloria

que nos aportan laureles

que ni siquiera por ir

de un lado al otro, inquietos,

nos dicen verso a verso…

aquí termina la historia.

¿Y después que?

No ves que somos esencia

que ni siquiera la ciencia

nos ha podido entender.

Y  vos con tus reflexiones...

con tanto pensar y pensar...

estás perdiendo lo bueno

que es también improvisar…

La cautela tiene límites

no trates de aparentar

ocultando todo aquello

que vos tenés para dar.

Tal vez estén esperando

un gesto, una palabra,

que abra la puerta entornada

y detrás encuentres tanto

que a ti te llene de encanto

de placer y de ternura

y no mueras sin saber

lo lindo que debe ser

apasionarse con eso

que es juntar labio con labio

y que muchos llaman beso…

Dale, subite al tren, no lo pierdas...

no me vengas con chiquita

pensá en vos y en tu camino

que lo demás no interesa

salvo que de la reflexión

logres erigir ese amor

al que tanto necesitas

pero no tan cerebral…

 

No es que no tengas razón,

pero si estas construyendo

un lugar en tu universo,

no olvides que el mejor verso...

se escribe del corazón.

 

Mario Ranero