lunes, 3 de diciembre de 2012
jueves, 30 de agosto de 2012
Voy a pensar un museo de lunas para vos.
Donde pueda congestionar mi sangre.
Donde como un glaciar, se desprendan tus rodillas.
Donde tu miedo llene de agua las paredes y las batallas.
Cuando el mármol y tus ojos me toquen el alma.
Cuando haya calma.
Cuando no salgas a cazar fantasmas…
Voy a pensar un museo de lunas para vos.
Donde pueda congestionar mi sangre.
Donde como un glaciar, se desprendan tus rodillas.
Donde tu miedo llene de agua las paredes y las batallas.
Cuando el mármol y tus ojos me toquen el alma.
Cuando haya calma.
Cuando no salgas a cazar fantasmas…
Voy a pensar un museo de lunas para vos.

miércoles, 25 de julio de 2012
Dijiste que renunciabas a pensar que el esquema era otro/ y sin embargo corrían tus lágrimas por mi barco/ las que se escapaban de tus manos/ las que no alcanzabas por suerte a secar/ ellas por mis pestañas treparon hasta el vals ámbar que mis ojos les afirmaban/ se pegaron a la procesión de hormigas/ artísticamente se olvidaron del cuerpo/ del tiempo/ del mandato. Con agudeza/ intensamente y sin culpa/ hiciste que las águilas se conmuevan/ que la sangre nos penetre hasta volvernos un cuento azul zafiro. El placer como la música y como los sueños necesitan despertar/ de lo contrario envejeceríamos bellos como jazmines y no tendríamos secretos para llevarnos.
Laura Barrientos Lowely
jueves, 12 de julio de 2012
Descubría la belleza/ la desvestía/ la destapaba. Se paraba ahí/ a dejarse salvar/ a pedirle crédito al asombro/ a despedirse con besos inmensos como lagos/ a invertir en fantasía. Se paraba ó se sentaba ahí/ con su olor a contradicción/ con su foto/ sus barcos/ sus capitanes/ su diplomática incertidumbre. Declaraba belleza/ la confesaba/ tenía tiempo/ y ganas de hablar conmigo.
Laura Barrientos Lowey
Laura Barrientos Lowey
jueves, 7 de junio de 2012
jueves, 31 de mayo de 2012
viernes, 25 de mayo de 2012
jueves, 24 de mayo de 2012
martes, 15 de mayo de 2012
Imágenes
todos vuelven recurrentes a mi espacio
traen día, hora y minuto de despedida
golpe profundo… profundo
y luego el abrazo,
ese con el que los vivos despedimos a los muertos
y tras él,
inmediatamente el recuerdo
la ausencia,
esa incontrastable ausencia que despoja…
Mario Ranero (otoño de 2012)
sábado, 12 de mayo de 2012
Grito
Mi mente en blanco
busca el silencio del sepulcro
donde se encuentran los espíritus infames
a degustar el banquete de los necios,
que no comprenden que somos cómplices
de la muerte sentenciada por el hambre
que a través de su horrible hacha
hizo de mí esta espantosa mueca…
jueves, 10 de mayo de 2012
Pienso mucho, pienso en muchas cosas, cosas que pasan, que no pasan, que podrían pasar y que podrían no pasar. Pienso en callar, las consecuencias, pienso en hablar, las consecuencias, pienso en dejar de pensar también... ahora pienso en otoño, en la metamorfosis, en la búsqueda, en la música, pienso de color, en suma, profundo, pienso y respiro, respiro, siento, pienso, sonrío, y los caballos trotarían para atrás, juntarían detalles, harían el amor al sol, pero juro que trotarían para atrás...
Laura Barrientos Lowey
Licor de ensueños
Ven a mí brebaje incontrastable, licor de ensueños
misionero de nostalgias y tormentos,
guíame por la senda del olvido
para aliviar con tus efluvios mis pesares.
Agiganta mis derrumbes y no olvides
apagar la luz cuando me duermo…
Mario Ranero (otoño del 2012 – con lluvia!)
miércoles, 9 de mayo de 2012
Nada más lejano…
Ojos de uva, piel de manzana,
boca que atrapa, alma sin calma…
Lejano aullido de lobo encantado
abrazo de oso, calor de noctámbulo.
Nunca más beberemos de aquel alba clara
los tristes sollozos que herían la calma,
de sabernos solos, de sabernos raros,
de gozarnos tiernos, de llorarnos mansos...
De vivir la vida sin rumbo preciso,
sin otros pareceres que los de unos cuantos,
sin poder dejarnos, sin lograr odiarnos,
caminando juntos sin avances claros
pero melancólicos… por el propio llanto
que inundó de estío esos tristes cantos
con que se sembraron tu campo y mi campo.
Nada más lejano que tu tiempo y el mío…
Nada más lejano…
Mario Ranero
viernes, 13 de enero de 2012
lunes, 20 de septiembre de 2010
miércoles, 15 de septiembre de 2010
Un Padre Nuestro Latinoamericano
Padre nuestro que estás en los cielos
con las golondrinas y los misiles
quiero que vuelvas antes de que olvides
como se llega al sur de Río Grande
Padre nuestro que estás en el exilio
casi nunca te acuerdas de los míos
de todos modos dondequiera que estés
santificado sea tu nombre
no quienes santifican en tu nombre
cerrando un ojo para no ver la uñas
sucias de la miseria
en agosto de mil novecientos sesenta
ya no sirve pedirte
venga a nos el tu reino
porque tu reino también está aquí abajo
metido en los rencores y en el miedo
en las vacilaciones y en la mugre
en la desilusión y en la modorra
en esta ansia de verte pese a todo
cuando hablaste del rico
la aguja y el camello
y te votamos todos
por unanimidad para la Gloria
también alzó su mano el indio silencioso
que te respetaba pero se resistía
a pensar hágase tu voluntad
sin embargo una vez cada
tanto tu voluntad se mezcla con la mía
la domina
la enciende
la duplica
más arduo es conocer cuál es mi voluntad
cuándo creo de veras lo que digo creer
así en tu omnipresencia como en mi soledad
así en la tierra como en el cielo
siempre
estaré más seguro de la tierra que piso
que del cielo intratable que me ignora
pero quién sabe
no voy a decidir
que tu poder se haga o deshaga
tu voluntad igual se está haciendo en el viento
en el Ande de nieve
en el pájaro que fecunda a su pájara
en los cancilleres que murmuran yes sir
en cada mano que se convierte en puño
claro no estoy seguro si me gusta el estilo
que tu voluntad elige para hacerse
lo digo con irreverencia y gratitud
dos emblemas que pronto serán la misma cosa
lo digo sobre todo pensando en el pan nuestro
de cada día y de cada pedacito de día
ayer nos lo quitaste
dánosle hoy
o al menos el derecho de darnos nuestro pan
no sólo el que era símbolo de Algo
sino el de miga y cáscara
el pan nuestro
ya que nos quedan pocas esperanzas y deudas
perdónanos si puedes nuestras deudas
pero no nos perdones la esperanza
no nos perdones nunca nuestros créditos
a más tardar mañana
saldremos a cobrar a los fallutos
tangibles y sonrientes forajidos
a los que tienen garras para el arpa
y un panamericano temblor con que se enjugan
la última escupida que cuelga de su rostro
poco importa que nuestros acreedores perdonen
así como nosotros
una vez
por error
perdonamos a nuestros deudores
todavía
nos deben como un siglo
de insomnios y garrote
como tres mil kilómetros de injurias
como veinte medallas a Somoza
como una sola Guatemala muerta
no nos dejes caer en la tentación
de olvidar o vender este pasado
o arrendar una sola hectárea de su olvido
ahora que es la hora de saber quiénes somos
y han de cruzar el río
el dólar y el amor contrarrembolso
arráncanos del alma el último mendigo
y líbranos de todo mal de conciencia
amén.
Mario Benedetti
con las golondrinas y los misiles
quiero que vuelvas antes de que olvides
como se llega al sur de Río Grande
Padre nuestro que estás en el exilio
casi nunca te acuerdas de los míos
de todos modos dondequiera que estés
santificado sea tu nombre
no quienes santifican en tu nombre
cerrando un ojo para no ver la uñas
sucias de la miseria
en agosto de mil novecientos sesenta
ya no sirve pedirte
venga a nos el tu reino
porque tu reino también está aquí abajo
metido en los rencores y en el miedo
en las vacilaciones y en la mugre
en la desilusión y en la modorra
en esta ansia de verte pese a todo
cuando hablaste del rico
la aguja y el camello
y te votamos todos
por unanimidad para la Gloria
también alzó su mano el indio silencioso
que te respetaba pero se resistía
a pensar hágase tu voluntad
sin embargo una vez cada
tanto tu voluntad se mezcla con la mía
la domina
la enciende
la duplica
más arduo es conocer cuál es mi voluntad
cuándo creo de veras lo que digo creer
así en tu omnipresencia como en mi soledad
así en la tierra como en el cielo
siempre
estaré más seguro de la tierra que piso
que del cielo intratable que me ignora
pero quién sabe
no voy a decidir
que tu poder se haga o deshaga
tu voluntad igual se está haciendo en el viento
en el Ande de nieve
en el pájaro que fecunda a su pájara
en los cancilleres que murmuran yes sir
en cada mano que se convierte en puño
claro no estoy seguro si me gusta el estilo
que tu voluntad elige para hacerse
lo digo con irreverencia y gratitud
dos emblemas que pronto serán la misma cosa
lo digo sobre todo pensando en el pan nuestro
de cada día y de cada pedacito de día
ayer nos lo quitaste
dánosle hoy
o al menos el derecho de darnos nuestro pan
no sólo el que era símbolo de Algo
sino el de miga y cáscara
el pan nuestro
ya que nos quedan pocas esperanzas y deudas
perdónanos si puedes nuestras deudas
pero no nos perdones la esperanza
no nos perdones nunca nuestros créditos
a más tardar mañana
saldremos a cobrar a los fallutos
tangibles y sonrientes forajidos
a los que tienen garras para el arpa
y un panamericano temblor con que se enjugan
la última escupida que cuelga de su rostro
poco importa que nuestros acreedores perdonen
así como nosotros
una vez
por error
perdonamos a nuestros deudores
todavía
nos deben como un siglo
de insomnios y garrote
como tres mil kilómetros de injurias
como veinte medallas a Somoza
como una sola Guatemala muerta
no nos dejes caer en la tentación
de olvidar o vender este pasado
o arrendar una sola hectárea de su olvido
ahora que es la hora de saber quiénes somos
y han de cruzar el río
el dólar y el amor contrarrembolso
arráncanos del alma el último mendigo
y líbranos de todo mal de conciencia
amén.
Mario Benedetti
martes, 7 de septiembre de 2010
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