Lo
fui formando despacio esperando ese momento,
en
que juntos compartamos ese sueño tan lejano
de
amarnos sin miramientos.
No
tiene calles ni veredas que se puedan recorrer,
ni
tampoco tiene gente,
solo
estamos vos y yo.
Sabes...
Presentía
que vendrías...
estaba
casi seguro...
y
por eso lo formé lentamente y sin apuro.
Me
llevó bastante tiempo, no importa cuánto pasó,
solo
importa que yo sé que si llegaste hasta él
va a
ser difícil salir,
pues
allí te envolveré con la seda de mi amor,
sin
dejar ni un momento de decirte todo aquello
que
es lo que siento por vos.
En
este mundo creado
tan
solo existirá la sonrisa....
tu
sonrisa angelical.
En
él podrás descansar la fatiga de otro día
pero
tienes que saber que en este mundo de amor,
no
debe existir el rencor, ni el odio, ni la venganza,
en
él flotan la esperanza y desbordante alegría...
como
la de saberte mía
en
este mundo... que es nuestro
muriente
en antología
No
le temas... es hermoso, depende solo de nos,
sin
dar más cuentas a nadie pues no los necesitamos,
en
él sólo nos amamos, y eso… ya es suficiente,
destruyamos
la pendiente que nos muestra el otro mundo
y
amémonos sin tapujos, en voz baja, al oído...
digámonos
lo sentido, besémonos hasta el fin…
y
así podremos sentir muy adentro de nosotros
aquello
que yo construyo para poder verte feliz.
Pues...
no es otro mi destino que llevarte de la mano
por
este estrecho camino, tan sutil y tan lejano…
que
nos lleva silencioso hasta el umbral sin destino
sabiéndonos
siempre solos
en
este…
tu mundo y el mío.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario