lunes, 27 de abril de 2015

Del Fuego de tu Boca



Beber del fuego de tu boca, quiero...
sentir las formas de las formas de tu cuerpo,
y así entregarme hasta en el último aliento
seguro de saber que lo seguro, puede ser cierto.

Cabalgar como cabalga un caballero errante
buscar como se busca cuando se tiene delante
el deseo de ser aquello que quisiera
y que hoy la vida nuevamente niega.

Juntar con mis manos tus manos casi tibias
acariciar con mis dedos tus partes más sencillas,
navegar por el mundo eterno de tus ojos
entrar en tu túnel… sin acabar despojos.

Vivir como vive aquél que tanto ama
sentir como siente aquél que amor reclama
recostarme en tus pechos blancos como nieve
envolverme en tu alma y sentir que llueve.

Cantarle a una luna frágil como tu alma
quemarme con el fuego que tu cuerpo derrama
amarte enloquecido, como nadie te ama
como esquizofrénico que nada reclama.

Besar tu piel durazna, suave y lejana
caminar por tu pubis descalzo entre sus ramas
aspirar tu aliento convertido en llama
hacer un nido tierno entre pliegues de tu almohada.

En fin... quererte pero quererte en el alma,
y esperar contigo a que llegue la calma
esa calma infinita que mi ser reclama
y que por no sé qué cosa, enfrió la mañana…

Tal vez, algún día, y buscando sosiego
te diga que te amo, para serte sincero,
te busque en las tinieblas de este mundo eterno
y beba del fuego que de tu boca quiero…


Mario Ranero

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